El viento susurraba su nombre
Acariciando su piel canela
Haciendo notar su presencia
En un silencioso atardecer
–
Llegó como un huracán de pasión
Revolcando toda su existencia
Poniendo en duda su presencia
Y el deseo apasionado de amar
–
Besos dulces con sabor a miel
Sus corazones se agitaron de alegría
Mientras sus cuerpos se estremecían
Despertando el deseo en cada piel
–
Avivaron las llamas en sus almas
Lo que sus corazones anhelaban
Encendieron la pasión en sus vidas
cuando menos lo esperaban
–
Sonrieron en complicidad
Ambos sintiéndose en las nubes
Confirmando con sus miradas
Que son dos almas que el destino los une
Escrito por: Aydil DR
Foto: internet